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Siempre hay una primera vez

Independiente de Oliva logró su primera victoria ante Gimnasia de Comodoro en su historia en la Liga Nacional superándolo 81-78 en un juego que llegó a perder hasta por 13 puntos. Francisco Conrradi el gran responsable (25 pts y 10 reb).

Fue todo cuesta arriba para Independiente, desde la previa, ya que no contó con Pato Tabarez que se recupera de una lesión. En el medio del juego perdió por descalificación a Enzo Filippetti, que venía siendo de lo mejor del juego para su equipo junto a Conrradi.

Pero se sobrepuso a todo. A las ausencias, a la mala noche de sus tiradores, a la inédita falta de gol, y lo logró también comiendo de lo que su rival le dio. Gimnasia alimentó a Independiente en sus posibilidades porque hizo uso y abuso del tiro de tres puntos. Y durante el primer tiempo la visita disimiló la lluvia de triple con 10 rebotes ofensivos, pero en el 2do tiempo tomó apenas 5 (con 23 triples errados) y ya la historia fue diferente, porque Independiente peleó mejor la custodia de su propio canasto y desde allí edificó lo que terminó siendo una gran victoria.

El partido comenzó mejor para el local que lo tuvo a Filippetti (7 pts) muy intenso en el juego interior. Junto a Conrradi (5) para sacar ventajas iniciales (16-12). Gimnasia no hacía pie en el partido mostrando algo que sería el eje de toda la historia: el tiro sistemático de tres puntos.
Pero fueron los jugadores de la rotación que viniendo desde el banco dieron vuelta el juego. Mejoraron la defensa de la primera línea y con triples de Carrasco se fueron arriba 23-26 al final del primer cuarto.

En el segundo segmento se asentó la visita, que le bajó el ritmo al local, lo llevó a un terreno de lucha, aprovechó su mejor defensa y lo secó por unos minutos para sacar una distancia máxima de 13 (29-42) y un encendido Chacon (7 pts)

Apareció Felipe Barrionuevo con dos triples seguidos para darle aire a su equipo. Se contagió Pautasso con otro más y de repente Independiente volvió a la vida. Si bien perdió el segundo parcial 19-21, se fue al descanso largo abajo solo por 5 (42-47) pudiendo ser mucho peor. Estaba vivo.

En el inicio del tercer cuarto Gimnasia mostró de manera definitiva que el sendero elegido para poder llegar al gol sería el tiro abierto. No por los tiros que tomó en cantidad (2/11) o calidad, sino porque sus intentos ofensivos carecieron de otra vía. Ni siquiera intento otro camino.

Independiente lució toda la noche incómodo, desarticulado, como si hubiera perdido la memoria ofensiva. Para colmo en el cierre del primer tiempo perdió a Enzo Filippetti que en una jugada en ataque le metió un codazo girando en la cara a Cosolito y los árbitros lo descalificaron.

Lo que no perdió el equipo de Oliva fue su deseo de ganar y su fuerza para la lucha. No tuvo más que seguir intentando y esperando el error de su rival. Y finalmente ese error llegó y le abrió la puerta al equipo de Martín González a discutir el resultado.

Por algún motivo, Gimnasia consideró que el tiro abierto era su solución a todos sus problemas. Y lejos de ser su santo, fue su cruz. Sin importar los segundos del set play ofensivo, el conjunto de Comodoro buscó el tiro abierto. Como un mantra, que se repitió a lo largo de todo el partido.

El número final fue 11/45 en triples, con un 24%. Mismo número que traía hasta acá y que lo ubica como el equipo de peor promedio de triples de la competencia.

Nada le importó al equipo de Favarel. Llevó a un rival con alto goleo como Independiente a estar incómodo y perdido, pero cuando Gimnasia tuvo el balón en las manos no hubo ideas y prácticamente lo único que encontró como respuesta fue el tiro abierto. En el último cuarto la visita lanzó 2/13 en triples y 2/6 en dobles. Ya no se trató de una cuestión de porcentajes sino de camino elegido.

En Independiente, sobre el cierre se hizo gigante Francisco Conrradi para coronar un partidazo de punta a punta (25 puntos con 7/12 en dobles, 1/2 en dobles y 8/10 en libres) sumando además 10 rebotes, 2 recuperos y 2 asistencias. Lo acompaño Agustin Cáffaro, que luchó para dominar la zona pintada y con lo poco que tenía el equipo de Oliva se quedó con su primera victoria sobre Gimnasia. Un triunfo basado en la lucha, la tozudez y el deseo. Lo que no es poco.

Pablo Tosal
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