Gran triunfo del equipo de Bianchelli sobre Lanús por 71 a 64 en un duelo en el que la paridad se mantuvo hasta el final. Moore con 19 fue el goleador absoluto secundado por De La Fuente con 17, mientras que el podio local lo completó Ríos con 12 y 15 rebotes. En la visita Whitfield con 12 fue el más anotador, seguido de Merchant con 11 y Franchino con 10 y 11 rebotes.
Un duelo con historia y arraigo popular se juega con intensidad y así amaneció el partido entre Quilmes y Lanús en Mar del Plata: con defensas que apenas permitieron 6 y 5 puntos respectivamente en los primeros cinco minutos.
Fue De Miguel quién pateó el tablero con un triple pero esto no socavó en la confianza de la visita que en ese primer parcial se sintió más cómodo, sobre todo en el poste bajo de la mano de sus internos (Henry 6 puntos) y escapó 12 a 8. Una ráfaga de Moore y De Miguel nivelaron las acciones, aunque Reinaudi contestó desde el perímetro. De todas maneras, una buena acción de Luna y otra mejor de Moore dejaron al dueño de casa arriba 16 a 15 al término del primer cuarto.
El segundo tuvo la continuidad del buen momento tricolor y Quilmes lo pudo plasmar en el electrónico. El dueño de casa hizo pie en el caluroso diciembre marplatense (el estadio colmado también fue un factor) y con intervenciones de Ríos y Nally sacó máxima de siete (24 a 17) antes de un parate obligado en el que se esparció un polvo por las tablas del "José Martínez" para contrarrestar los efectos de la humedad.
Lanús asimiló el impacto, lo trabajó de a poco y fue limando esa diferencia; con Henry como faro en la pintura y la complicidad de Franchino y Whitfield la visita arrimó a solo un punto para irse a vestuarios 34 a 33 arriba Quilmes. Partido duro y parejo.
Para el complemento el partido se estacionó decididamente en un contexto: la paridad. Lanús se la aguantó con las apariciones de Franchino y Quilmes discutió con Moore, hasta que un triple de Ríos movió la estantería y el local sacó una ventaja de siete (44 a 37). Pero el Granate ya tenía experiencia en el partido en situaciones de dichas características y volvió a mostrar la chapa de equipo duro. Un parcial de los de Anglese 11 a 4 con protagonismo de Sacchi y un triplazo de Prome dejó las cosas niveladas en 48 y todo por definir en el último cuarto.
Era lógico que el cansancio haga mella en ambos equipos y las defensas mostraron signos de debilidad. El goleo fue mayor y en ese ida y vuelta Quilmes aprovechó su poder de fuego con un gran triple de De La Fuente para escapar a ocho (62 - 54). Y a esta altura también fue lógico que Lanús reaccionara otra vez, porque el equipo de Anglese metió un parcial formidable de 8 a 0 con Franchino como abanderado y a falta de dos minutos para que todo termine, estaban igualados en 62.
Partido de detalles, partido de héroes; y ahí aparecieron los internos del elenco marplatense. Primero Alderete con un robo magistral y luego Moore tomando responsabilidades cuando el José Martínez estaba en ebullición y la tensión se apoderaba de todos.
Ganó Quilmes un duelo con olor a playoff cosechando su octavo triunfo en su estadio, en igual cantidad de presentaciones. Por el lado de Lanús la frente en alta ya que hasta el último instante discutió en una de las localías más fuertes de La Liga Argentina y rápido a pensar en el juego con el otro representante de Mar del Plata, Unión, que será el lunes 22 en el último partido del año.
Informe y fotos: Prensa Quilmes (MdP)

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