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Liga Femenina: La categorización de fichas no es el camino

Este miércoles se llevará adelante la primera reunión del año entre la AdC y los clubes intervinientes en la venidera edición de la Liga Femenina.

Con algunos días de antelación el ente organizador les hizo llegar un PDF abarcando varios puntos, y dando un lineamiento de la idea de competencia para este 2020. ¿Cuánto de todo eso podrán modificar los clubes? En el encuentro se sabrá.

Por lo pronto no es extraño suponer que de los cinco conjuntos que participaron en 2019 sean varias las voces que encuentren objeciones, al menos puertas adentro de sus instituciones. El tema pasará por ver cuán en contra están y si en ese momento lo expresan.

Repasando los ítems difundidos ayer en este mismo sitio, el sistema de disputa puede ser revisado, incluido el Final Four al cerrar la primera fase; lo mismo que los trofeos satélites como el Interligas o la Super Copa.

Un calendario directo de todos contra todos a dos vueltas, en el mismo margen de tiempo estipulado en el cronograma original, dará más descanso y entrenamiento a los equipos; agregando además que estos tendrán más aire para ir recibiendo a las chicas que están en el exterior.

Al igual que el Interligas o la Super Copa. De jugarse (sobre todo hay que evaluar la Super Copa) deberían ser inmediatamente después de terminar la temporada, con plantillas completas; y no al arrancar, con conjuntos faltos de piezas y rodaje. De igual manera las cuestiones de fondo pasan por la composición de las plantillas y el ranking.

Si la idea es convocar a las jugadoras que se encuentran en el exterior, lo mejor sería brindarles un abanico de posibilidades y no trabas matemáticas. Hoy la liga necesita de esas jugadoras para subir su nivel de calidad.

Se busca, en palabras del documento presentado a los clubes “lograr una distribución de jugadoras de nivel más alto en todos los equipos de la Liga”. El camino no puede ser obligándolas, y mucho menos, esperando que una jugadora acepte cualquier condición con tal de jugar la liga. Eso no ocurrirá. Si lamentablemente sucede, es poco probable que pase con aquellas a las cuales les apuntan; a las que pueden hacer algún tipo de diferencia.

La liga tiene más de 30 años de existencia, y en esta nueva etapa, donde la AdC tomó la posta, está dando sus primeros pasos. Apenas reapareciendo. Ojalá en algunos años la ecuación cambie, pero hoy la liga necesita más de las jugadoras que están en el exterior, que estas al torneo doméstico.

La categorización a dedo genera muchos lunares; muchos grises que desencadenan en dos situaciones: cuando hay tantas observaciones sobre la mesa, la medida necesita una profunda revisión o bien es inviable.

Con los nombres y puntos establecidos se generan un montón de ejemplos que bien sirven para retrucar la medida. Algunos de una lista que es mucho más larga son:

*La distancia entre las que tienen 4 y 5 puntos con el resto que suma 0 ¿Es real?
*A varias de las que están en ese grupo alto, ¿Las favorece o por el contrario las perjudica la medida?
*Si entre las que cotizan 0, en cuanto a rendimiento deberían estar entre las que tienen 3, 4 o 5, ¿No elevará sus valores de mercado?
*Si uno de los objetivos buscados con esto es “incentivar el retorno de jugadoras argentinas”, ¿Por qué a los clubes les saldrá lo mismo o menos (o mucho menos) en cuanto a “puntos” contratar a cualquier jugadora que integra una Selección de cualquier otro país?
*Sobre el punto anterior. En los fríos números, sumar al quinteto abridor con el que Brasil jugará esta semana su clasificación a Tokio, le representa a un club “10 puntos”. Lo mismo que solo dos jugadoras nacionales del primer grupo.
*Otro caso testigo. En los fríos números, sumar al tridente Paola Ferrari, Erika, Ziomara Morrison, le representa a un club “6 puntos”. Lo mismo que dos juveniles de “3 puntos”, o tres de “2 puntos”. En ambos casos corren como nacionales por ser latinoamericanas, e incluso “suman” menos por ser sudamericanas.
*Si se busca, como dice el documento, elevar el nivel con la argentinas que están en el exterior, ¿Por qué tantas trabas para sumarlas?
*Si ya se probó en el masculino y no funcionó, ¿Por qué funcionaría en el femenino?
*Si el masculino tiene libertad plena de mercado, ¿Por qué el femenino no?
*Si se teme que todas puedan recaer en un solo equipo, algo que nunca pasó, ¿Por qué no sienten ese mismo temor en la liga masculina?

Actualmente hay 51 argentinas jugando en el exterior, sin contar las que ya terminaron su participación o volvieron antes.

Si la idea es repartir jugadoras e incentivar a que la mayor cantidad de chicas regresen a nutrir y elevar la vara de nuestra liga, el camino va por otro lado, sin tantas complicaciones y composiciones rebuscadas.

Como idea, y luego de mucho analizar, una de las chances en esta liga planteada de 8 equipos podría ser una conformación de diez mayores y dos juveniles, entendiendo por estas últimas hasta U19 inclusive.

En los años que se lleva de liga bajo la órbita de la AdC no ha habido super equipos, y por el contrario, en la mayoría de los casos hubo paridad en las temporadas.

Sin franquicias ni categorizaciones, con un máximo de dos extranjeras, entendiendo por nacionales sólo a las argentinas y con un mínimo de 6 mayores por elenco. De esa manera las jugadoras podrán optar realmente de forma libre si quieren ser figuras de un equipo, o llegar como sexta o séptima jugadora en otro.

Hay la suficiente cantidad de jugadoras de 20 años para arriba como para tener una liga así. Ese no debería ser el problema, más si desde la organización no se lo ve como un inconveniente de cantidad y calidad en el masculino.

Las ediciones pasadas han dejado claro que el puñado de jugadoras de mayor calidad de nuestro país se reparten y no se aglutinan en una sola entidad. Incluso algunas ni llegan a disputar la liga. El otro ítem importante en la revisión histórica pasa por entender que las denominadas “jugadoras de rol” han sido tan gravitantes como las “franquicias” en su momento. Antes no eran franquicias, hoy suman 0 o 1.

En definitiva este miércoles los clubes resolverán. Lo realmente importante para la salud de nuestro básquet es que la liga continúe jugándose, y de cumplir ese objetivo base, que crezca edición tras edición.

Emanuel Niel
@ManuNiel

www.pickandroll.com.ar

COMENTARIOS (3)

Igualdad 04/02/2020

Porque no hacen eso en el masculino? Un insulto mas a las jugadoras y a toda la rama femenina del basquet.

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Aporte al debate 04/02/2020

En el Masculino hace falta un sistema de categorización para permitir que se distribuyan las figuras de manera federal entre los clubes e incluso permitiría bajar los valores de los contratos. En el Femenino lo que hacen falta son jugadoras, no distribuirlas entre los clubes. Justo al revés

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Tatoo 04/02/2020

Eso es emparejar hacia abajo.

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