Los Dallas Mavericks son sin dudas la franquicia que más ha decepcionado en la recientemente finalizada temporada regular. Por predecentes (fueron finalistas de la conferencia oeste el año pasado) y por poderío estelar en Luka Doncic y Kyrie Irving. Con récord de 38-44 finalizaron en la posición número 11.
Defensa muy pobre: Número 25 en defensive rating y 29 en tapas con 3.7 por juego.
Mala rotación de pivots: Christian Wood, Dwigth Powell y JaVale McGee es la peor rotación de centros de la NBA. Ninguno es un especialista defensivo.
Pobres en el rebote: Con 31.2 rebotes defensivos por juego, finalizaron en el puesto 27.
Perdieron a su mejor defensor: La llegada de un jugador del calibre de Kyrie Irving obviamente te quita por un lado, en este caso Dorian Finney-Smith, el único 3&D de calidad del equipo, su mejor defensor y de los mejores de la NBA. Además, se fue un buen anotador y decente organizador como Spencer Dinwiddie. La llegada de Irving explotó las falencias del equipo las cuales Finney-Smith tapaba en gran parte.
La salud de Luka: el esloveno ha jugado prácticamente la misma cantidad de partidos que en las anteriores campañas (66, 65 en la anterior y 66 en la 20/21) pero esta vez ha forzado más debido a lesión de tobillo en enero y una de muslo en marzo. Ha forzado su físico desde el parón del all star y no fue el jugador diferencial que solía ser.
Carencia de especialistas defensivos: desde la salida de Finney-Smith, Dallas no tiene ningún defensor de elite en la liga. Maxi Kleber es un buen defensor, pero está lejos de ser un game-changer defensivo.
El salvaje oeste: la zona media del oeste está muy pareja y ese es uno de los motivos por los que Dallas quedó afuera, ya que la competitividad entre los puestos 5 al 12 fue salvaje durante los últimos meses. Un poco de mala suerte y se puede quedar afuera.
La temporada de los Mavericks ha llegado a su fin y Luka ha sido el foco de críticas, especialmente por su estado físico, el cual sin dudas debe mejorar para llevar su juego al siguiente nivel. Aún así, el no es el problema de Dallas.
Tienen contratos caros para jugadores que no son para mucho más que un mínimo de veterano y la front-office no pudo retener a Jalen Brunson el verano pasado. Ahora tienen mucho trabajo para hacer, Jason Kidd es probable que siga al igual que Kyrie Irving. Pero deben cambiar la configuración de la plantilla para competir en una NBA que no te perdona para nada.
Joaquín Álvarez
Pick&Roll
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