• 19-04-2024
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La Zona, la formación y las diferencias abismales en U15

Pasó el Sudamericano U15 en casa, la primera oportunidad de conocer la camada 2007. Un elenco inicialmente interesante en virtudes de juego, movilidad, intensidad y con buen potencial en varios de sus jugadores. El equipo tuvo su primera experiencia, la cual terminó siendo positiva con una cómoda clasificación a la final, buenos rendimientos pero cayendo en la definición ante Brasil. Una zona que generó debate, el progreso como punto de partida, pero también exageradas diferencias con el resto de los equipo, algo que no suma para subir la vara. Arranquemos.

Hay opiniones para todos los gustos respecto de cuando y como enseñar la zona y cuando aplicarla. Quedó claro que, debido a los bajos porcentajes en U15 de tres puntos (algo lógico por la edad, fuerza, menor toma de decisiones a esa edad a distancia), la zona puede ser un arma picarezca para desnudar esas falencias y sacar ventajas pero sin hacer fuerza en defensa. De hecho, en la final Argentina llego tarde siempre y mostró desatenciones y desconcentraciones por no tener claro cuando y como puntear tiros que le quedaban muy lejanos.

No fue un tema de Argentina en realidad, todos los equipos lo hicieron y lo plantearon como una estrategia válida para ganar. Claro, el tema es usar ese arma para progresar en principio como una finalidad clara. En Argentina la defensa zonal existe, quedó demostrada en forma elocuente en la Liga Federal U15 y pasa en los torneos locales. Chicos que, aun no tiene la velocidad apropiada o la concentración correcta atrás y pecan en esa zona. Jugadores recostados para no desnudar problemas de hombre a hombre, una enseñanza vital para luego intentar competir a nivel internacional.

Desde temprano se defiende bien arriba, se usan los atrapes y pasando a Step o trap en diferentes tramos. Ya no se defiende pegado del lado débil, se deja el metro para ayudar en caso de alguna penetración y se toman precauciones sin el cara a cara. A eso, le agregamos como Argentina uso switch o miss match con los grandes (interesante para otorgar un gran desafío a los internos defendiendo alto) pero con la contradicción de la zona dando vueltas.

Es cierto que la selección Argentina lo tiene claro pensando en como progresar y enseñar, aún así, uso esa estrategia zonal en ciertos tramos para vencer a Brasil. El problema pasó a un siguiente nivel cuando el rival tomó 22 rebotes ofensivos por dichas desconcentraciones y nulo box out (otro de los fundamentos madres que es difícil captar por el jugador a edades tempranas). El hombre a hombre es determinante, y más en una edad llena de cambios de reglas, pelota, aro y físico (fuerza, agilidad, movilidad) todo pensando a futuro y no cortoplacismo.

No hay que hacer tanto escándalo, pero tampoco acostumbrar a los chicos a situaciones que signifiquen un atajo a la victoria dejando el progreso de lado, aunque sea por un momento. Fuera de eso, el equipo mostró virtudes interesantes para destacar. Primero llevar un equipo sumamente alto, versátil para jugar, defender en cambios y jugar adelante. Un elenco que pasó bien la bola y fue generoso. La mayoría polivalente en sus intenciones, quizás pocos "especialistas" en funciones claras pero respondiendo con éxito cuando buscaron.

Arias desde la base con picardía, velocidad, ingenio para jugar y la final mostrando que cuenta con buen tiro externo. Minzer con su físico largo, zurdo, buen tiro a pie firme y de los más protagonistas dentro del torneo en gol y decisiones. Pratto de menos a más, fue referencia cerca del aro, tiene personalidad (deberá controlar por momentos su carácter), gol cuando lo requiere y animándose a distancia para otorgar otro recurso avanzado para la edad.

Cabodevilla como el más polivalente y funcional jugando bien con y sin la bola. Sarmiento como otro de los fusiles con un físico desarrollado y trabajando de rol. Salvo en la final, los doce jugadores pudieron mostrarse. En la definición jugaron los más aptos en juego, físico y decisiones en pos de llevarse la victoria. En los anteriores partidos, y ante semejantes diferencias, todos gozaron de 15/20 minutos para ver evaluados y tomar un cierto protagonismo. Algunos con mayores limitaciones pero activos en diferentes apartados.

¿Qué paso dentro del torneo? Argentina y Brasil sacaron exageradas diferencias a lo largo del mismo. Por ende, suena difícil evaluar el torneo de los chicos desde lo individual tras encontrarse con rivales que estuvieron lejos de competir con seriedad. Ni siquiera Uruguay, quien estuvo 40 pts por debajo de ambos y terminó tercero. No dejamos de destacar virtudes para haber ganado cada juego con solvencia, pero solo se puede contar la final para analizar y haber tenido las mayores equivocaciones. Crecer dentro de los errores y buscar otros planes cuando inicialmente las cosas no funcionan.

Sudamérica deberá seguir trabajando fuerte para realzar su imagen. El error, la equivocación, saber que no todo se hace bien, o que los pibes no jugaron tan increíble como aparece en la estadística, eso es clave. Mejorar desde el error, lograr subir la vara enfrentando a rivales de otros países pero en dicho torneo prácticamente no paso. Argentina tuvo un margen de +15 en solo los primeros cuartos mostrando superioridad de pase, defensam juego colectivo, talla y velocidad. Ante Brasil se vieron problemas, como era sabido, todo en pos de progresar, como debe ser pensando a futuro sin que nos mareé perder una final (Aunque duela).

José Fiebig

@Josefiebig

COMENTARIOS (2)

Darío 25/11/2022

Acertado comentario.

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Celeste y blanco 25/11/2022

Buenos jugadores, pero en la final carecieron simultaneamente de box aut y de buena defensa de la primera linea. Una lastima porque se desmeree el vuen torneo que hicieron.

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